Amor divino y desarrollo espiritual
Él dice: “Otros sabios consideran que el conocimiento y la devoción son interdependientes. En la opinión de otros maestros uno debe amar a Dios y servirlo sinceramente y, automáticamente, tendrá el conocimiento pues las prácticas de la devoción y el conocimiento son interdependientes.” De todos modos se debe dar igual importancia al intelecto y a la emoción. Demasiada emoción no sirve, demasiado intelecto tampoco. La sincera voluntad de realizar a Dios, determinada por el firme razonamiento, debe unirse al cariñoso anhelo. La vida es tan dura, hoy escuchamos lo que vivía la Santa Madre con Radhu y pensaba en cuántas madres, algunas grandes devotas, que sufren por la adicción de sus hijos. Tomaba medicinas y después se volvió adicto y ahora esa madre, una devota de Dios, ¿Qué debe hacer? Debe tener comprensión intelectual y también amor, devoción. De esta manera todo, son situaciones de la vida. Así es necesario equilibrar conocimiento y el corazón.
Nárada ahora da su opinión. Él es hijo de Brahma, Brahmakumara es otro nombre de Nárada. Dice que “la naturaleza de la devoción es en sí misma su propio fruto”. Está proponiendo su filosofía y lo que dice también es correcto. Sostiene que “el amor, la devoción no es el resultado o el producto de un previo plan de acción. No es ninguna meta distinta de los medios.” Quién tiene devoción, manifiesta devoción. No es porque hizo esto o aquello. Quién va a tener esa suerte, ese privilegio, nadie sabe. En todo caso se debe desbloquear aquello que no está permitiendo que la devoción se manifieste. No es: ahora voy a amar y después voy a tener el fruto de la devoción, amar a Dios. No es así. El amor mismo es el fruto de la devoción. Este es el punto: “svayam phalarupata” dice Brahmakumara. No es ninguna meta distinta de los medios, es los medios tanto como el fin. Este punto, si podemos recordar: amando se volvió un verdadero amante. Mirabai tiene una canción que en este contexto tiene mucha importancia recordar. Dice: “De cualquier manera uno debe quedar conectado, pegado al Señor, a Dios. Tratando de pertenecer a Dios, se vuelve de Dios.” En este punto la práctica comienza, continúa y culmina en devoción. No hay meta distinta de los medios. Puede decirse que es un estado de ser. “Cuando factores ajenos al amor como el egoísmo y otros no aparecen espontáneamente, el amor prevalece”. Significa que de alguna manera controla su ego, su vanidad, yo y mío, “No yo, no yo sino tú” no es una meta, ante la ausencia del yo, vanidad, en ese sentido, queda la Divinidad, automáticamente aparece la devoción. Por eso, de cualquier manera debemos realizar, manifestar, desbloquear, el amor que ya está en nuestro interior.
Profesora Leonor Bakún
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