La pureza inmaculada de la Santa Madre, su meditación y oración incesante, su compasión que abrazaba todo y su desinterés completo, le daban la delicadeza y ternura de una doncella, una gracia sutil, una dignidad pacífica, un aire de inocencia y candor.
Extraído de Santa Madre
La vida de Sri Sarada Devi
Swami Nikhilananda
Sarada Ma Publishing
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