Amor divino y desarrollo espiritual
Estamos llegando al final de los Nárada Bhakti Sutras. Nárada ya describió de varias maneras que se debe hacer y que no se debe hacer y ahora, en la culminación, indica:
Un factor es ser un servidor, como Hanuman que tiene este carácter en el Ramayana, como vemos a Arjuna en el Mahabharata, como dijo Swami Vivekananda: “Yo soy tu servidor vida tras vida”. Entonces, si uno quiere realmente amar a Dios, entonces debe ser su eterno servidor o servidora. Ustedes conocen varias vidas de personas santas que son ejemplo de un servidor, como Santa Teresa de Jesús y San Francisco de Asís. Y, también vemos a Sri Radha o en la tradición cristiana, a quienes son esposas de Dios, o en India, como la Santa Madre, Sri Sarada Devi, que tenía esa actitud, se consideraba servidora de Thakur, de quien decía, era la Madre Divina misma.
El otro factor, también muy importante, es que debe ser eterno. No de a ratitos, debe ser practicado como un eterno servidor o una eterna esposa. Nárada dice: “nityadaasya (daasya es el servidor) nityakaanta (kaanta es el amante o esposa) bhajana atmakam”.
Y otro punto, también muy importante es que esta persona, el servidor o la esposa amante o novia de Dios ya superó las limitaciones de las tres gunas. Si todavía hay cosas del mundo que les resultan agradables, entonces predomina rajas y deberá esperar, lo mismo si primero va a cumplir un deseo, predomina tamas, también deberá esperar.
En las personas que están afligidos y anhelantes predomina sattva, tienen un verdadero anhelo para amar, ser un verdadero devoto o devota, es esencial. Realmente quiere, de cualquier manera, debe empezar y así va a aumentar y a intensificar el elemento sáttvico. Es necesario un intenso anhelo. Así, la actitud de servicio sin esperar retribución alguna es muy importante. Dios se vuelve todo para el devoto. Él siente y dice: “Tú eres mi madre, Tú eres mi padre, Tú eres mi pariente, Tú eres mi camarada, Tú eres mi conocimiento, Tú eres mi riqueza, Tú eres mi Todo en todo, oh Dios de dioses.” Esta es la muy bien conocida oración que la reina Kunti, la madre de los Pandavas le dice a Dios: tvam eva mātā ca pitā tvam eva; tvam eva bandhuś ca sakhā tvam eva; tvam eva vidyā dravinam tvam eva; tvam eva sarvaṁ mama deva deva”.
Y, también, el bendito Señor Jesús dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Mateo 22:37
~Profesora Leonor Bakún
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