Swamijí, con todos sus discípulos había estado meditando; después de dejar su asiento de meditación se sentó en uno de los cuartos. Llovía torrencialmente y soplaba un viento frío; Swamijí cerró la puerta y comenzó a cantar acompañado por la tampura. Cuando terminó de cantar se inició el tema de la música.
Swami Shivananda le preguntó : "¿Cómo es la música de Occidente?
S: Es realmente buena; tiene una perfección en la armonía que nosotros no hemos logrado. Solamente que, para nuestros oídos no acostumbrados, no suena bien; entonces pensamos que no nos agrada y opinamos que los cantantes aúllan como chacales. Yo mismo tuve esa impresión, pero cuando comencé a escuchar la música con atención y a estudiarla detenidamente, la fui comprendiendo más y más hasta quedar perdido en admiración. Tal es el caso con toda expresión de arte.
Conversaciones con Swami Vivekananda
Reminiscencias de otros discípulos
Fragmento p. 227