Sarada Devi a menudo se refería al tiempo que pasó en el Nahabat como el mejor período de su vida. En ese estado de gozo se olvidaba de sí misma; recordando, años después, decía: "¡Que feliz era en aquel entonces!" Y lo repetía una y otra vez. De hecho,hay pocas personas que habrían podido vivir en una situación semejante. La santa atmósfera del río Ganges y los templos, su servicio a los devotos, la atención a su esposo y sus propias prácticas y experiencias espirituales elevaban su mente más allá del sufrimiento físico. Sus días eran de incesante actividad, sólo quebrada por la paz de la oración.
Extraído de Santa Madre
La vida de Sri Sarada Devi
Swami Nikhilananda
Sarada Ma Publishing