La Santa Madre demostró durante toda su vida el amor de Madre.
Hizo todo por sus hijos devotos sin pedirles nada o esperar que ellos hicieran algo por Ella. Vivía y se movía como un cántaro pleno de dicha permanente, Su desvelado corazón de Madre tenía como base la pureza y ese era el secreto de Su amor inagotable y tremendamente poderoso.